Detallado informe redactado a comienzos de Junio de 1942 por el comandante del Sturmgeschütz-Abteilung 189, Hauptmann Ernst Heß, sobre las experiencias realizadas por el batallón de cañones de asalto en el invierno 1941/42.

Nota:
En estas fechas el Sturmgeschütz-Abteilung 189 estaba todavía equipado con cañones de asalto con cañón corto (7,5cm StuK 37 L/24). Los primeros cañones de asalto con cañón largo (7,5cm StuK 40 L/43) le serían asignados a finales de Agosto de 1942.

01.06.1942

Sturmgeschütz-Abteilung 189







Informe sobre las experiencias realizadas en el invierno 1941/42





  1. Introducción:

    A comienzos de Diciembre de 1941 y tras el final de la batalla de Wjasma el Batallón se trasladó a su cuartel de invierno en la zona al norte de Ssytschewka. Las características de este cuartel eran, para las condiciones rusas, excepcionales, aún y así la tranquilidad fué de corta duración. Tras unas pocas semanas, que apenas bastaron para llevar a cabo la reparación provisional de los vehículos, el Batallón fué trasladado a la zona de Kalinin, donde durante la ofensiva ya había operado con una batería, para asumir labores defensivas. Desde entonces el Batallón se encuentra ininterrumpidamente envuelto en operaciones, operaciones que durante los combates de invierno tuvieron lugar desde Kalinin hasta Rshew. En el transcurso de los dificiles combates defensivos en Diciembre del pasado año el Batallón operó en diferentes lugares con gran éxito. Este hecho se vió reconocido por la concesión de la Cruz Alemana en Oro al, por desgracia prematuramente caído jefe de la 3. Batería, Oberleutnant Raich. Posteriormente en Enero y gracias a las operaciones sin pausa de sus cañones de asalto el Batallón contribuyó de manera decisiva en la estabilización del frente en el sector de Rshew al blindar una gran zona de ruptura enemiga al oeste de Rshew, acción que se vió reconocida mediante la concesión de la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro al jefe de la 2. Batería, Hautpmann von Malachowski. Adicionalmente e independientemente de las escuadras de combate, la batería del estado mayor y una parte de los servícios de abastecimiento de las baterías de combate participaron durante un més en misiones de infantería en el transcurso de los combates defensivos entre Subtzow y Ssytschewka, siendo empleados con el fusíl para la defensa oficiales y soldados. El mantener la comunicación entre las diferentes partes del Batallón fué extremadamente difícil. Hasta finales de Enero no fué posible lograr reestablecer el mando único de todas las partes del Batallón.


  2. Exitos:

    Las cifras de armamento enemigo destruido son muy ilustrativas sobre las eficaces operaciones del Batallón. Estos éxitos se han logrado bajo unas circunstancias muy desventajosas. Aún y así las simples cifras no reflejan la imágen completa. Igual de importante que los éxitos logrados ha sido el enorme apoyo moral que durante meses los siempre operativos cañones de asalto han prestado a la por los duros combates y el terrible frío extremadamente debilitada infantería.

    El Batallón ha destruido con absoluta seguridad:

    1?6 carros de combate, entre ellos 9 pesados
    198 cañones de todos los calibres, incluidos cañones antiaéreos
    194 cañones anticarro

    Además de innumerables lanzagranadas, ametralladoras, búnkers y posiciones defensivas.

    Gracias al blindaje de la zona de ruptura al oeste de Rshew se lograron capturar varios centenares de camiones, 200 solamente en la zona boscosa al oeste de Rshew, que en su mayoría pudieron ser reparados y puestos a nuestro servício.


  3. Condecoraciones:

    En reconocimiento de los éxitos logrados por el Batallón hasta el momento se han concedido las siguientes condecoraciones:

    1 Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro
    1 Cruz Alemana en Oro
    33 Cruces de Hierro de I. Clase
    169 Cruces de Hierro de II. Clase
    108 Insignias de Asalto
    1 Cruz al Mérito de Guerra de I. Clase con Espadas
    64 Cruces al Mérito de Guerra de II. Clase con Espadas
    3 Medallas de Herido en plata
    52 Medallas de Herido en negro


  4. Pérdidas:

    1. Pérdidas personales:

      Debido a las ininterrumpidas operaciones bajo las condiciones más adversas las bajas sufridas han sido consecuentemente altas. Esto es válido en la misma medida tanto para las tripulaciones de cañones de asalto como para los hombres empleados en misiones de infantería y que debido a su inexperiencia en este tipo de combate al principio fueron muy castigados. Un gran número de especialistas muy dificilmente reemplazables se perdieron de este modo, aún y así todos entendemos que la grave amenaza sufrida en el invierno obligó al máximo compromiso de todo soldado.


      • Han caído por el Führer, por el Pueblo y por la Patria:

        6 oficiales
        11 Wachtmeister
        10 suboficiales
        35 soldados
      • Han fallecido por causa de sus heridas y accidentes:

        1 oficial
        11 suboficiales y tropa
      • Han resultado heridos:

        11 oficiales
        124 suboficiales y tropa
      • Bajas sufridas por congelamientos:

        1 oficial
        69 suboficiales y tropa
      • Bajas por enfermedad:

        5 oficiales
        49 suboficiales y tropa
      De los heridos 49 pudieron mantenerse con la tropa, aproximadamente 35 enfermos pudieron regresar al Batallón antes de finalizar un periódo de 4 semanas. Aún y así las pérdidas totales se elevan hasta los 236 hombres. El Batallón ha dispuesto temporalmente de unicamente 10 oficiales. Estas importantes bajas personales pudieron mantenerse en niveles todavía tolerables gracias a la cautelar solicitud de reemplazo así como a las buenas asignaciones procedentes desde el Sturmgeschütz-Ersatz-Abt. 200.


      • De forma paralela a la entrega de 9 nuevos cañones de asalto se nos asignaron como tripulaciones:

        16 suboficiales y 20 soldados
      • A finales de Enero de 1942 el Batallón asumió a la 1./Stu.Gesch.Abt. 184 con un total de:

        2 oficiales, 17 suboficiales y 73 soldados
      • Reemplazo llegado desde la patria:

        19 oficiales, 39 suboficiales y 129 soldados
      • El Batallón ha sido por lo tanto reforzado personalmente con un total de:

        21 oficiales, 72 suboficiales y 222 soldados
    2. Pérdidas materiales:

      Las pérdidas materiales han sido altas. De un total de 45 cañones de asalto disponibles se perdieron 4 en el otoño de 1941 y en el transcurso de los combates de invierno se perdieron 18 cañones. A pesar de las grandes dificultades provocadas por el frío ningún cañón de asalto se ha perdido al tener que ser abandonado porque su motor no ha podido ser puesto en marcha. Algunos cañones de asalto con averías en sus motores y sistemas de rodadura sí que han tenido que ser volados por los aires durante movimientos de repliegue para así evitar que estos cayeran en manos del enemigo. Las pérdidas en el resto de vehículos tambien han sido altas. En los trenes de abastecimiento se ha perdido el 50% de camiones y coches. En el transcurso de un ataque nocturno ruso el 10.01.42 la batería del estado mayor perdió el 90% de sus vehículos, incluido el taller así como dos remolcadores de 18 toneladas no operativos. Una parte de los vehículos fué destruida por los efectos directos del fuego enemigo, la otra parte y debido a la profundidad de la nieve y la imposibilidad de escape para vehículos de ruedas tuvo que ser autodestruida para evitar que fuera capturada por el enemigo. A pesar de que tras haber vuelto a ocupar el terreno ha sido posible recuperar una parte de estos vehículos así como incorporar vehículos capturados la situación de vehículos en el Batallón es preocupante.

      Gracias al apoyo de la 9. Armada hace algún tiempo se nos asignaron un completo pelotón-taller así como 15 camiones. Aún y así la capacidad de movilidad del Batallón para grandes operaciones depende de la asignación de nuevos vehículos.
  5. Experiencias:

    1. Generales:

      Las operaciones de invierno han sido tanto para los cañones de asalto como para sus tripulaciones una dura prueba. Estas operaciones han supuesto sin lugar a dudas una oportunidad única para conocer tanto las excepcionales cualidades de nuestro Arma como tambien sus limitaciones. Por lo general y tambien bajo las especiales condiciones de la guerra invernal el cañón de asalto ha operado con un excepcional éxito. Las deficiencias existentes y que se tratarán más adelante han sido equilibradas gracias al arrojo y el incansable compromiso de sus tripulaciones. La confianza de la infantería en nuestro Arma se ha visto reforzada. Tambien en la colaboración con carros de combate nuestro Arma ha sabido siempre imponerse con éxito. Especialmente positiva ha sido la colaboración con carros de combate ligeros pues su armamento constituido por ametralladoras supone un buen complemento a nuestros cañones.


    2. Colaboración con la infantería:

      La colaboración se ha visto condicionada por el invierno y la débil capacidad combativa de la infantería. Se ha constatado que tras los duros combates defensivos nuestra infantería unicamente ataca cuando cuenta con el apoyo de carros de combate ó cañones de asalto. Para la realización de cualquier pequeña misión se solicita el apoyo de los cañones de asalto. Cuando las divisiones ó Korps saben que sus mandos superiores disponen de cañones de asalto no escatiman esfuerzos ni dificultades para hacerse con ellos. Esto era comprensible durante los combates de invierno, en los que debido a las elevada bajas sufridas y el frío las unidades de infantería resultaron extremadamente sobrecargadas moral y fisicamente. Sin lugar a dudas las operaciones de fuerzas acorazadas reducen las bajas entre la infantería, pero el contínuo apoyo de fuerzas acorazadas tiene la fatal consecuencia que los peligros de una misión con frecuencia no son proporcionales a los posibles éxitos que se pretenden alcanzar y sobretodo que debido a los mejores y más rápidos efectos de los carros de combate y cañones de asalto la infantería tiende a no emplear sus própias armas pesadas.


    3. Empleo táctico:

      Por desgracia y en relación a las experiencias realizadas el último verano no se han constatado variaciones. Los pocos batallones de cañones de asalto todavía no han sido capaces de corregir el frecuente y total desconocimiento sobre nuestro Arma existente entre los jefes inferiores de la infantería. Con nuevas unidades de infantería, que no han colaborado anteriormente con cañones de asalto, siempre existen las mismas dificultades. Una y otra vez se ordenan misiones de asalto, combates en zonas boscosas, misiones de protección nocturnas, etc. Un comandante de división ha llegado a ordenar a un cañón de asalto el remolque hasta la primera línea de otro cañón de asalto inmovilizado por avería en su sistema de rodadura para ahí poder incorporarlo a la defensa. Tras un cierto periódo de colaboración con la misma unidad de infantería la relación mejora rapidamente hasta convertirse pronto en excepcional. Se reconocen entonces los logros de los cañones de asalto y tras los primeros éxitos se tienen en cuenta las propuestas de los jefes de los cañones de asalto. En las labores de abastecimiento se nos ha ofrecido todo el apoyo posible, siendo frecuente que durante la noche la infantería con sus trineos nos suministre combustible y munición, en muchas ocasiones la infantería nos ha apoyado en los trabajos de repostaje y amunicionamiento.

      Frecuentemente y debido al desconocimiento sobre las dificultades que tambien sufren los vehículos de orugas bajo las condiciones invernales rusas, se han ordenado operaciones individuales de cañones de asalto para así equilibrar la escasez de cañones de infantería. Consecuentemente durante los movimientos de repliegue los cañones de asalto que marchaban en solitário y se han estancado se han perdido. Jamás la calidad y la experiencia de los conductores ha resultado tan decisiva para la supervivencia de los cañones de asalto como bajo aquellas condiciones. Unicamente en casos excepcionales se ha logrado recuperar un cañón de asalto estancado en la nieve cavando con palas y colocando bajo sus cadenas eslabones sueltos, viejos pneumáticos, tablones de madera, etc. Además generalmente cuando el cañón de asalto se ha estancado en la nieve la infantería ha retrocedido dándolo por perdido. Lo último que ha podido hacer la tripulación en estos casos ha sido volar por los aires el cañón de asalto. Como estos hechos no han sucedido unicamente con los cañones de asalto sinó tambien con los carros de combate, el comandante supremo de la Armada, el Generaloberst (de las Tropas Acorazadas) Model, ha regulado finalmente las operaciones de vehículos acorazados en una orden fundamental. En base a esta orden las fuerzas acorazadas deben ser empleadas como mínimo al nivél de pelotón, se ha prohibido su marcha fuera de terreno firme sin que previamente este haya sido meticulosamente explorado y se han prohibido tambien marchas nocturnas. En base a las experiencias realizadas durante las primeras operaciones invernales los jefes de las baterías han intentado siempre realizar ataques con la batería entera (generalmente 5 cañones de asalto operativos) en lugar de al nivél de pelotón. Este modo de actuar ha sido condicionado parcialmente por la nieve, por un lado porque un cañón estancado precisa generalmente de varios cañones de asalto para poder ser remolcado, por el otro lado porque los diferentes cañones de asalto pueden así ofrecerse entre ellos una mayor protección frente armas anticarro frente a las cuales y debido a su lenta velocidad de marcha sobre terreno profundamente nevado son una presa fácil. De este modo a pesar de las bajas sufridas durante el ataque, frecuentemente de alcance limitado, generalmente se dispone de varios cañones de asalto que pueden apoyar el ataque hasta el final. El lograr el éxito ó no ha sido generalmente dependiente de este último punto. Las buenas experiencias realizadas en estas operaciones conducen a considerar como correcto el futuro empleo de las baterías como máximo en dos partes, es decir con 3 y 4 cañones de asalto.

      En muchas ocasiones la situación ha obligado a operar con los cañones de asalto durante la noche. Si bien el consumo de munición durante este tipo de operaciones no guarda ninguna relación con los éxitos logrados, si es cierto que con frecuencia el mantener una posición ha dependido de operaciones nocturnas. El reconocer objetivos a través de las ópticas sobre terreno nevado unicamente ha sido posible en noches claras de luna llena. El conducir durante la noche en invierno se ha constatado como totalmente inadecuado pues debido a la uniformidad de las superfícies nevadas es imposible reconocer fosos y hoyos. Bajo condiciones normales deben rechazarse operaciones y marchas nocturnas pues es imposible reconocer objetivos a través de las ópticas y la seguridad de conducción de los cañones de asalto se vé cuestionada.

      Si bien es cierto que durante este invierno la tensa situación en todas las zonas del frente ha obligado en muchas ocasiones a la realización de operaciones teoricamente no correctas, ha quedado demostrado que, basadas en experiencias realizadas anteriormente, las reclamaciones de muchas unidades de cañones de asalto de ordenar la colaboración entre unidades en lugar de subordinarlas, son correctas. En cualquier caso de producirse subordinaciones estas deben ser a niveles inferiores al de regimiento, mejor aún hasta el nivél de división.


    4. Experiencias técnicas:

      Las experiencias realizadas en este campo durante el último invierno han sido muy extensas. Las particularidades constatadas han estado condicionadas por los efectos del frío.

      1. Motor:

        Tanto en su funcionamiento como en su potencia el motor se ha constatado como impecable, aún y así precisa de trabajos y un mantenimiento especial. Tras un largo periódo de no funcionamiento y a temperaturas de entre -30°C y -40°C el poner en marcha el motor ha sido extraordinariamente difícil. Con frecuencia para lograr poner en marcha el motor se ha necesitado de hasta 24 horas de trabajo ininterrumpido. No hemos dispuesto de calentadores ni otro tipo de medios calefactores. Las estufas de gás nos fueron asignadas demasiado tarde y además sin gás (de todos modos a las temperaturas existentes estas estufas no calientan lo suficiente). De este modo hemos tenido que servirnos de todos los medios auxiliares disponibles: hogueras bajo el chásis, transmisión de humo procedente de hornos cerrados a través de las válvulas del suelo del compartimento del motor, descongelación del motor mediante trapos calientes, rociar con gasolina hirviente el carburador, etc. Que al emplear estos métodos se produjeran frecuentemente incendios no es sorprendente. En la mayoría de estos casos por suerte se ha dispuesto de suficiente nieve para lograr sofocar el incendio rapidamente. Los extintores a estas temperaturas se congelan. Sin los arrancadores por inercia la puesta en marcha del motor hubiera sido totalmente imposible: entre 80 - 100 giros de manivela no han sido ninguna excepción. Durante las largas semanas de operaciones, cuando los cañones de asalto han tenido que estar constantemente preparados para entrar en acción, ha sido necesario mantener el motor constantemente caliente. El único método totalmente fiable ha sido el poner cada 2 - 3 horas en marcha los motores por un tiempo de aproximadamente 15 minutos. En estos casos los motores pueden ponerse en marcha sin ningún problema. Una vez ha sido puesto en marcha, a pesar de las bajas temperaturas, el motor ha funcionado correctamente. Aún y así y en relación al peso del cañón de asalto el motor podría disponer de más potencia para al marchar sobre nieve y barro disponer de más reservas.

        El T-34 con un peso similar dispone p.e. de un motor normal con 500 caballos que le dota de una mayor reserva de potencia.


      2. Sistema de rodadura y características de conducción:

        Mientras el sistema de dirección, a pesar de su complejidad, ha soportado bien la sobrecarga invernal, el sistema de rodadura se ha constatado como inadecuado. Si bien asombrosamente apenas se han sufrido roturas de barras de torsión y a las muy bajas temperaturas existentes la durabilidad de las bandas de goma ha sido muy buena, la cadena es totalmente inservible para marchar sobre nieve. Con sus estrechas cadenas el cañón de asalto se hunde irremediablemente ahí donde el T-34 avanza sin ningún problema. Un factor agravante es la reducida altura sobre el suelo del cañón de asalto, insuficiente para marchas sobre barro y nieve.

        Mientras el cañón de asalto sobre una capa de nieve suelta superior a su altura sobre el suelo (50 - 70 cm) todavía es capaz de avanzar muy lentamente, sobre nieve batida se hunde irremediablemente hasta contactar su chásis con el suelo.

        Frecuentemente durante la noche han tenido que crearse caminos con palas para permitir las operaciones del día siguiente, trabajos que las divisiones han realizado empleando a la población civíl así como a sus própias tropas de ingenieros. Es importante tener en cuenta el gran ancho de los cañones de asalto.

        El agarre de las cadenas, a pesar de los tacos antideslizantes incorporados en cada 2 - 3 eslabón, es insuficiente. El superar pendientes heladas generalmente solo ha sido posible colocando constantemente frente a las cadenas eslabones sueltos ó bien pneumáticos que las tripulaciones siempren portan consigo precisamente para este fín.


      3. Armamento:

        Siempre y cuando el cañón de asalto sea empleado para su propósito original como arma de apoyo de la infantería su armamento es suficiente, si bien una mayor velocidad inicial del cañón en este caso tampoco supondría una desventaja.

        Bajo las condiciones invernales existentes el cañón ha funcionado correctamente, a disparado bajo cualquier temperatura. Las únicas dificultades se han producido con los primeros 6 - 8 disparos, durante los cuales el tubo frecuentemente no ha regresado a su posición inicial. En estos casos con la fuerza unida de toda la tripulación se ha logrado siempre empujar el tubo a su posición delantera. Por este motivo antes del início del ataque es necesario realizar varios disparos para calentar el tubo.

        Durante los combates invernales y con el objetivo de arrastrar hacia adelante a la infantería, los cañones de asalto frecuentemente han tenido que operar frente a nuestras própias líneas. En estos casos una ametralladora fija servida desde una posición protejida hubiera sido ventajosa: contra la infantería es un arma efectiva y más barata que el cañón.

        En la Campaña del Este el cañón de asalto ha sido empleado constantemente tambien para la defensa anticarro. Aunque no ha sido equipado para ello y a pesar de las dificiles condiciones invernales, se han podido lograr considerables éxitos. El cañón de asalto se ha convertido para los carros de combate rusos en un temido enemigo. Esta reputación se debe en parte al diseño y armamento del cañón de asalto pero principalmente a la increible valentía de las tripulaciones, que se han enfrentado sin miramientos de ningún tipo contra cualquier modelo de carro de combate enemigo. Durante el invierno en los sectores de combate del Batallón el enemigo no ha empleado carros de combate ligeros, sinó T-34 y carros de combate de 46 y 52 toneladas. El actual cañón es para su combate totalmente insuficiente. Cuando tras unos pocos disparos se ha logrado destruir un carro de combate se ha tratado de impactos sumamente fortuítos. Debido a la reducida velocidad de salida unicamente se han logrado perforaciones de sus blindajes en casos excepcionales. Generalmente se han tenido que disparar sobre el T-34 y el carro de combate de 52 toneladas entre 20 - 30 proyectiles antes de lograr algún efecto. Ha sido muy ventajoso cuando un carro de combate enemigo ha podido ser atacado simultanemante por varios cañones de asalto. Se ha podido observar con frecuencia que cuando un carro de combate enemigo ha sido atacado por una série de granadas 'rojas' su tripulación ha abandonado el vehículo sin que este presentara daños graves visibles. Debe suponerse que en estos casos las detonaciones han minado moralmente a la tripulación. Tanto en el T-34 como en el carro de combate de 52 toneladas se ha podido constatar como punto débil en su zona frontal la escotilla del conductor: a cortas distancias y tras unos pocos disparos esta escotilla ha sido en varias ocasiones perforada. Impactos directos sobre la escotilla abierta dejan fuera de combate a la tripulación gracias a los efectos de la metralla.

        Debido a que el combate de carros de combate continuará siendo en la práctica una de las misiones principales de los cañones de asalto, la equipación con un cañón de 7,5 cm con tubo largo es muy conveniente. Tecnicamente su incorporación no debería representar ningún problema. Que el tubo sobresalga más allá de la parte delantera del chásis no debería suponer una desventaja fundamental. La equipación con este cañón en cambio daría a la tripulación la seguridad de saberse en igualdad de condiciones al enfrentarse a cualquier tipo de carro de combate enemigo y fortalecería su sentimiento de superioridad basado en una mayor inteligencia y valentía en combate.


      4. Equipo de radio-comunicación:

        El equipo de radio-comunicación se ha visto especialmente afectado por los efectos del frío. A muy bajas temperaturas se han sufrido frecuentes problemas que han entorpecido la comunicación. Una parte de estos problemas han sido provocados por condensación debido a las variaciones de la temperatura. El alcance operativo del equipo es insuficiente. A pesar de haber sido anteriormente meticulosamente ajustado en muchas ocasiones su alcance no ha superado los 3 - 4 Km. Especialmente en invierno se ha constatado la importancia del equipo de radio-comunicación para el mando del pelotón ó la batería. Durante las operaciones los cañones de asalto generalmente han tenido que marchar en fila sobre los caminos libres de nieve cavados con anterioridad. Frecuentemente solo los 2 - 3 primeros cañones de asalto han podido incorporarse al combate. En estos casos el resto de cañones de asalto mediante el equipo de radio-comunicación les han mantenido en todo momento informados sobre la aparición de nuevos objetivos, especialmente de carros de combate.
    5. Diseño general:

      Desde la aparición del T-34 en los campos de batalla el diseño general del cañón de asalto ya no es tan convincente como lo era todavía en el verano y otoño del año pasado. Los rusos disponen de buenas armas anticarro, especialmente en sus carros de combate, y saben emplearlas excelentemente desde posiciones bien camufladas. Debe tenerse en cuenta que debido al frío, en invierno el acero blindado se vuelve quebradizo. Impactos que bajo condiciones normales provocan unicamente una abolladura, en invierno arrancan fragmentos enteros de las planchas del blindaje. Gracias a los carros de combate y cañones de asalto que perdimos al início de los combates de invierno y que cayeron parcialmente intactos en manos del enemigo, los rusos han tenido la oportunidad de estudiar concienzudamente nuestros vehículos acorazados y localizar sus puntos debiles. Este hecho quedó claramente de manifiesto en los combates posteriores. Mientras en el otoño la mayoría de los impactos frontales se concentraban en la zona fuertemente blindada del chásis, en el invierno los impactos se concentraron en la casamata, con sus muchas superfícies verticales y esquinas relativamente débil blindadas. Los disparos se concentraron especialmente contra el escudo del cañón y las cajas del equipo de radio (Funkkästen). Impactos sobre el escudo del cañón lo han dañado, fragmentando trozos enteros y sobretodo han inutilizado el cañón pues estos impactos en muchas ocasiones dañan el sistema de tiro eléctrico. Muy frecuentemente las cajas del equipo de radio han sido alcanzadas frontalmente, siendo en estos casos perforadas por completo. Este tipo de impactos han provocado la muerte de un jefe de batería, en otro caso el equipo de radio salió despedido contra el cuerpo de un jefe de pelotón que por suerte unicamente sufrió contusiones por el golpe. En los restantes cinco casos las consecuencias de estos impactos no han tenido consecuencias mortales. A pesar de todo es necesario modificar su geometría. Si bien se reconocen las dificultades de incorporar modificaciones en la producción en série, para una unidad de campaña es totalmente incomprensible que se incorporen modificaciones que además poseen efectos negativos. Así p.e. en los nuevos cañones de asalto el fino blindaje inclinado, tambien hacia la zona frontal, de las cajas del equipo de radio se ha eliminado y ahora estas cajas poseen en todo su largo, incluida su zona frontal, superfícies verticales. Totalmente absurda es tambien la pared de aproximadamente 10 cm de altura frente al visor telemétrico así como en el lateral derecho en la posición del cargador. Aquí podría incluso simplificarse el proceso de soldadura si la plancha de blindaje situada sobre el visor del conductor se inclinara uniformemente extendiéndola hasta alcanzar el borde superior de la plancha de blindaje del techo. De este modo se lograría crear una superfície lo suficientemente inclinada como para frente impactos frontales deslizar los proyectiles.

      Para evitar pérdidas innecesarias la tropa se ha visto obligada a tomar medidas por iniciativa própia. Así p.e. el Batallón, al igual que han hecho muchas divisiones acorazadas, ha incorporado en los talleres blindajes adicionales provisionales. En muchos carros de combate rusos se ha constatado tambien la incorporación de un blindaje adicional atornillado. El blindaje adicional está formado por eslabones de cadena y se ha incorporado en todas las superfícies verticales de la zona frontal, así p.e. en la parte delantera del chásis, en la pared vertical sobre las escotillas delanteras, ultimamente tambien en las anteriormente mencionadas paredes verticales en el borde superior delantero del techo. Muy buenas experiencias se han realizado con la colocación vertical de una rueda frente a la caja del equipo de radio y en los viejos modelos de cañón de asalto en el lateral del jefe del vehículo, inclinada sobre la plancha de blindaje adicional. Gracias a esta medida un jefe de batería pudo salvar su vida, cuando un proyectíl disparado por cañón anticarro fué detenido por la rueda sin que la caja del equipo de radio fuera dañada. De igual modo impactos de cañón anticarro contra la pared vertical derecha sobre las escotillas delanteras dañan unicamente los eslabones y no tienen efectos sobre la pared blindada, mientras que hace solamente unas pocas semanas, antes de haber incorporado el blindaje adicional, la completa pared vertical a la derecha del cañón fué desprendida contra el interior del compartimento de combate aplastando al cargador.

      Para el combate desde los flancos las tripulaciones de carros de combate y los servidores de armas anticarro rusos han sido obviamente instruidos sobre la localización de los depósitos de combustible. Hasta estos momentos el Batallón ha sufrido la pérdida total de 3 cañones de asalto por impactos directos en el depósito de combustible. Las tripulaciones de 2 de estos cañones de asalto no lograron abandonar a tiempo sus vehículos. En los tres casos los cañones de asalto resultaron totalmente destruidos por la explosión del depósito de combustible.

      La disposición del jefe del cañón tampoco es la adecuada. Para poder detectar rapidamente un objetivo el jefe del cañón tiene que asomar la cabeza fuera del vehículo: un corto vistazo revela más que cinco minutos de búsqueda con el binocular de tijera. Desde el interior del cañón no existe la posibilidad de observación hacia los laterales. Esto puede importar poco cuando se marcha detrás de nuestras própias líneas. Aún y así no puede evitarse que de vez en cuando el cañón de asalto tenga que marchar delante de la infantería, p.e. cuando durante un ataque esta se niega a avanzar. Los éxitos que hasta ahora hemos logrado se basan precisamente en esta forma de operar. En estos casos el jefe del cañón tiene que asomar la cabeza fuera del vehículo si no quiere verse sorprendido por granadas de mano ó cócteles Molotow y entonces representa un perfecto objetivo para los francotiradores. El Batallón ha perdido de este modo 5 jefes de cañón de asalto. Un jefe de cañón resultó muerto incluso por impactos disparados desde un avión a través de la tapa abierta de su escotilla. Es imprescindible incorporar una protección para el jefe del cañón que resista como mínimo fuego de infantería y ametralladora (p.e. una cúpula de vidrio antibalas ó similar).

      Ventajoso para nuestros cañones de asalto ha sido la extremadamente mala capacidad de observación de los carros de combate rusos. En muchas ocasiones antes de ser descubiertos nuestros cañones de asalto han podido atacar efectivamente a los carros de combate enemigos. Cuando se ha llegado al duelo individual, generalmente los primeros proyectiles disparados por los carros de combate rusos han volado sobre los cañones de asalto, algo que debe atribuirse en parte a las malas ópticas y en parte a la insuficiente instrucción de sus tripulaciones.


    6. Taller del Batallón:

      Tambien durante el invierno ha operado con éxito. La equipación del pelotón-taller es por lo general suficiente. Si el taller es bien dirigido está capacitado para realizar todos los trabajos necesarios. Así p.e. el Batallón hasta estos momentos no ha tenido que entregar ningún vehículo para ser reparado a un taller extraño ó a la patria. Durante el avance pudimos "organizar" una buena cantidad de valioso equipo y herramientas. Durante todo el invierno y debido a que el Batallón había perdido su pelotón de remolcadores, los cañones de asalto tuvieron que repararse sobre el terreno ó bien ser reparados provisionalmente de modo que estos pudieran alcanzar por su própia fuerza el taller del Batallón. A pesar de las hogueras, muros para-vientos, etc. el trabajar al aire libre a temperaturas de hasta -40°C ha sido para los mecánicos increiblemente difícil. Gracias a la mediación del VI. AK tuvimos durante un tiempo a nuestra disposición grandes carpas de panadería que cubrían completamente el cañón de asalto y bajo las cuales se podía trabajar bajo condiciones más ó menos soportables. Sería deseable la planificada equipación con varias de estas carpas pues tambien permiten trabajar comodamente bajo la lluvia durante el verano. Sería muy bienvenida la ya anunciada asignación de un vehículo grúa para el taller, de este modo se facilitarían enormemente los trabajos de reparación en el motor y la caja de cambios. Actualmente, cuando el motor ó la caja de cambios cuelgan de la grúa, el cañón de asalto debe ser retirado empujándolo, p.e. mediante un cabrestante. El personal del taller debe ser reforzado. Especialmente en invierno y debido a bajas por enfermedad frecuentemente no se ha dispuesto del suficiente personal. La equipación personal prevista en las nuevas Tablas de Organización y Composición (KStN) es insuficiente.


    7. Escuadra de remolque:

      Los únicos vehículos a motor que durante el invierno han podido superar todas las pendientes cubiertas con nieve suelta han sido los remolcadores de 18 toneladas. Incluso ahí donde los cañones de asalto se han estancado, los remolcadores han podido avanzar. Aún y así sobre terreno helado los remolcadores fracasan de igual modo que los cañones de asalto pues sus eslabones con tacos de goma resbalan. Se ha constatado que el remolcador ruso Stalin, con sus anchas cadenas estriadas y totalmente de metal, es superior; este remolcador avanza muy lentamente pero avanza de forma segura. Los remolques de plataforma baja en inviermo tambien son poco utilizados. Los cañones de asalto suelen ser remolcados mediante barras de remolque pues los remolques de plataforma baja son para las condiciones rusas poco flexibles y debido a su peso, más al del cañón de asalto, sobrecargan a los remolcadores de 18 toneladas. Para remolcar un cañón de asalto sobre carretera y a pesar de la nieve normalmente ha bastado un remolcador, para remolcar un cañón inmovilizado campo a través siempre se han necesitado dos remolcadores.


    8. Abastecimiento:

      1. Combustible y munición:

        Su abastecimiento ha sido generalmente bueno. En el abastecimiento de munición no hemos sufrido nunca problemas. El abastecimiento de la grandes cantidades de combustible necesarias a través de los departamentos de abastecimiento de las divisiones ha sido en ocasiones problemático, aún y así gracias al talento organizativo de los jefes de los cañones de asalto no se han sufrido grandes dificultades, entre otras razones debido al gran compromiso existente entre los cuadros de mando de apoyar a los cañones de asalto. Ventajoso tambien ha sido el hecho de que con el início de la guerra de trincheras el combustible ya no ha tenido que ser transportado a través de grandes distancias y ha podido ser abastecido por ferrocarríl.


      2. Recambios:

        Durante todo el invierno el abastecimiento de recambios ha sido muy bueno. Si bien es cierto que el abastecimiento de recambios ha tenido que realizarse a través del Almacén de Recambios C (OKH) en Smolensk, situado a una distancia de 300 Km, el Batallón, actualmente el único de cañones de asalto en el sector de la armada, ha gozado del total apoyo de la 9. Armada y durante unos meses del VI. A.K., motivo por el que la situación de abastecimiento de recambios solamente puede calificarse como de excelente. Así p.e. el Batallón ha podido equipar a todos sus cañones de asalto con nuevos motores. En casos de extrema urgencia los recambios han sido abastecidos por transportes aéreos. Tras haber recuperado la vieja posición de invierno el Batallón pudo hacerse con un buen número de recambios canibalizando los vehículos ahí inmovilizados y de este modo lograr una relativa independencia en este sector por un largo periódo de tiempo.


      3. Alimentación:

        Su abastecimiento ha dependido de las condiciones en cada momento existentes y puede calificarse como de generalmente bueno. Se ha constatado como ventajoso asignar en este sector las escuadras de combate a las unidades de infantería pues las divisiones, a través de sus própios departamentos, pueden ofrecer unas mayores y más diversas dietas. El ya de sobras conocido discriminamiento de las Tropas del Ejercito (Heerestruppen) en el sector del aprovisionamiento ha podido evitarse mediante su regular recepción a través de la armada.


      4. Vestimenta:

        El abastecimiento de vestimenta normal ha sido suficiente, en cambio el abastecimiento de vestimenta especial para los vehículos acorazados ha sido totalmente insuficiente: desde el otoño y a pesar de los esfuerzos realizados no nos ha sido abastecido nada. Se han entregado grandes cantidades de uniformes negros para las tropas acorazadas pero ni un solo uniforme gris. El abastecimiento de vestimenta de invierno se ha podido llevar a cabo todavía a tiempo y en números razonablemente suficientes solamente cuando hemos empleado nuestros própios vehículos. A pesar de habernos hecho con pequeñas cantidades de material a través de la población civíl nos han faltado p.e. botas de fieltro. Su entrega a través de las vías de abastecimiento se produjo demasiado tarde.


      5. Equipo de invierno:

        El abastecimiento del equipo de invierno para los vehículos se realizó cuando el invierno practicamente ya había finalizado, no hemos dispuesto de cadenas para nieve, el anticongelante Glysantin para los cañones de asalto se nos entregó tan tarde que para evitar que sus motores se congelaran estos han tenido que ponerse regularmente en marcha ó bien, siempre que la situación lo ha permitido, el líquido de refrigeración ha tenido que vaciarse.


      6. Atención espiritual:

        La atención espiritual ha sido muy mejorable, hecho que principalmente se debe a las frecuentes variaciones en las relaciones de subordinación, una desventaja general de las Tropas del Ejercito (Heerestruppen). Ahora, una vez la situación empieza a estabilizarse, las condiciones comienzan a mejorar y el abastecimiento procedente de los departamentos superiores empieza a ser regular. Por iniciativa própia ya anteriormente las baterías habían creado sus própias bibliotecas; la llamada a la donación de libros fué seguida por muchos hombres, de modo que pronto las baterías dispusieron de un gran número de ellos. La tropa ha confeccionado con gran dedicación sus própios juegos, como p.e. el juego del molino ó ajedrez. Muy malo ha sido el abastecimiento de receptores de radio de la Wehrmacht, equipo que el Batallón perdió en parte durante los combates de invierno. Su entrega se produjo cuatro meses más tarde. Precisamente aquí en Rusia la recepción de notícias e informes de la Wehrmacht para estar al día sobre lo que sucede es especialmente importante para la moral general de la tropa.
  6. Conclusión:

    El Batallón puede estar orgulloso de sus prestaciones en este invierno. Gracias a la incansable entrega de nuestros hombres ha sido posible mantener este sector del frente.

    Las desventajas existentes en nuestro Arma y las dificultades provocadas por el frío han sido equilibradas por la enorme dedicación y valentía de cada hombre. Nuestros artilleros de asalto este invierno han demostrado además tambien estar capacitados para asumir misiones de infantería.

    El Batallón se muestra preocupado por la introducción de las nuevas Tablas de Organización y Composición (KStN) y las graves repercusiones que tendrán sus previstos recortes personales. Hasta ahora y debido a las elevadas bajas sufridas se ha tenido que emplear a todo el personal disponible. Una vez las nuevas Tablas de Organización y Composición hayan sido introducidas las bajas sufridas pueden convertirse en una cuestión de supervivencia para las baterías. La reducción de los servícios de reparación y mantenimiento supone alargar el periódo de reparación y por lo tanto la inoperabilidad de los cañones de asalto. Cualquiera que haya podido comprobar en primera persona la efectividad de los cañones de asalto en el este puede imaginar las consecuencias, sobretodo ante la esperada ofensiva de primavera y teniendo en cuenta el de por sí ya reducido número de batallones de cañones de asalto disponibles.





Firmado: Heß